miércoles, 27 de marzo de 2013

Responsabilidad social por y para las PYMES


Con el paso del tiempo y dada la relevancia de las PYMES (pequeñas y medianas empresas) en las economías nacionales, se vio la necesidad de trasladar el concepto de RSC al ámbito de las PYMES. A pesar de que el impacto que provoca una multinacional no es comparable con el causado por una PYME, estas últimas  no están exentas de riesgos y deben interiorizar estos procesos, ya sea por convencimiento propio, o por imposición de factores/agentes externos como son los clientes, en muchos casos, grandes empresas que extienden sus políticas de RSC a toda la cadena de valor.

Según la Guía de la RSC para las PYMES realizado por el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, más allá que dentro del concepto de PYME se engloba empresas de muy diversas características, en general, podríamos considerar que todas ellas presentan ventajas y desventajas  comunes derivadas de las propias característica básica que las definen y determina las siguientes ventajas y desventajas.
Ventajas:
- Proximidad: con la comunidad donde desarrollan su actividad y trabajadores.
- Agilidad: estructuras que le permiten reaccionar a los cambios y le permiten una comunicación más directa y eficaz, en otras palabras, menos burocrático que las empresas multinacionales donde, por lo general, hay una estructura jerárquica que genera lentitud en los procesos de cambios.
- Impulsora de innovación: detecta mejor los nichos de mercado.
Así, podemos afirmar que la RSC para la PYME se convierte en una ventaja competitiva al constituir un factor de diferenciación cada vez más demandado por diferentes interlocutores y puede ser una herramienta válida capaz de generar valor en la empresa y en la sociedad con la que convive, permitiendo su sostenibilidad a largo plazo.
Desventajas:
- La PYME no siempre tiene capacidad para una acción continua y estructurada, por lo general desarrollan actividades aisladas de acción social, como por ejemplo, donación de mercancía sobrante.
- Tienen recursos limitados (humanos y económicos) que dificulta la inversión en RSC.
- La gestión de la PYME se centra más en el día a día que en estrategias a largo plazo.
- Desconocimiento del empresario para reconocer la legitimidad y representatividad de los stakeholders externos.
- Escaso compromiso de la Administración Pública.
- Escasa cultura empresarial en esta materia (déficit en la información y formación).
A pasar de las desventajas mencionadas, que no son de poca relevancia, la PYME debería acercarse a la RSC como un elemento de ventaja competitiva. Como una herramienta válida capaz de generar valor en la empresa y en la sociedad con la que convive. Sin embargo, la RSC aún no ha llegado a muchas PYMES y  éstas son las que más ayuda necesitan tanto a nivel de formación, como de dotación de herramientas para facilitarles la implementación de este sistema de gestión.